Sobre el fallecimiento de Mario Bunge

El pasado 24 de febrero falleció en Canadá, donde vivía desde 1966, el pensador argentino Mario Bunge. Los medios nacionales han reflejado oportunas valoraciones sobre su obra y personalidad, destacando su vocación por la polémica en su búsqueda intelectual.  Muchos de ellos, sin embargo, y tomando como referencia a una entrevista de Nino Ramella publicada en La Nación Revista en noviembre del año pasado, muestran a un Bunge de 100 años menos combativo y arrepentido de alguna de sus posiciones y oposiciones. (ver nota en Mario Bunge: un siglo tras la verdad)

Consideramos conveniente en este momento y espacio aludir, por una parte, a la influencia que tuvo Bunge como filósofo de la ciencia en Tucumán y, por otro lado, repasar algunas controversias sobre política, ciencia y política científica que el intelectual inició y sostuvo con fervor.

Para lo primero solicitamos colaboración a Celia Medina, profesora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, quien tuvo la gentileza de enviarnos un texto tan ilustrativo como personal sobre quiénes y cómo leyeron a Bunge en nuestra provincia.

Sobre sus posiciones radicales y las discusiones que emprendió acerca de los temas que nos interesan podemos hoy recurrir a textos originales, almacenados en la nube.

Ciencia Nueva fue una revista de ciencias y tecnologías publicada en Buenos Aires entre 1971 y 1974. Nació por idea del matemático Manuel Sadosky y la dirigió el ingeniero Ricardo Ferraro. Hace unos años, Ferraro publicó el libro Ciencia Nueva, debates de hoy en una revista de los 70 describiendo la aventura editorial. Coincidimos en que algunas de esas controversias siguen vigentes o pueden todavía ayudarnos a entender la política científica argentina.

Los números que fueron escenario de las polémicas de Mario Bunge se encuentran digitalizados en una página de la RICYT pero adelantamos una descripción y comentarios más abajo.