Sobre el anuncio de 745 millones destinados a la ciencia y las interpretaciones maliciosas

Luego de la distribución de subsidios a proyectos de investigación orientados a dar respuesta a la Pandemia en la Argentina hace un mes, el conductor de programas de televisión Jorge Lanata quiso poner en duda la honestidad del funcionamiento administrativo del sistema de CyT nacional. Como acabamos de anunciar otro importante esfuerzo de la Nación para recuperar su sistema científico, nos adelantamos en hacer algunas aclaraciones.

El complejo nacional de ciencia y tecnología está esencialmente compuesto por una dirección política (al que sensatamente se le restituyó la categoría de ministerio) y que integra un aparato administrativo; una entidad también jerarquizada de financiamiento, la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación; más todo lo que llamaremos la base operativa, es decir los organismos que ejecutan la actividad.

Los organismos de ejecución están en el Conicet, en las universidades y también en otros ministerios como Defensa o Salud.

Esta lógica distribuye las responsabilidades políticas, económicas y ejecutivas. La Agencia tiene un fondo destinado a las investigaciones científicas de todas las disciplinas, el Foncyt, y otro para el desarrollo tecnológico vinculado a empresas, el Fontar (otros dos fueron prácticamente desactivados en el macrismo). En todos los casos promoción significa asignar recursos a través de concursos con mecanismos de evaluación técnica.

Santiago Cafiero, Roberto Salvarezza y Fernando Peirano, antes del anuncio.

La asignación presupuestaria del Estado nacional que se acaba de anunciar será ejecutada a través de convocatorias de la Agencia para fortalecer la infraestructura del sistema, que se vio debilitada por la obsolescencia y la falta de mantenimiento ocasionadas por la ausencia de financiamiento del último gobierno. Adicionalmente, 50 millones pondrán en marcha un programa especial para el escalamiento y la exportación de los dispositivos diseñados por nuestros científicos y tecnólogos en el marco de la lucha contra el SARS COV-2. En nuestra provincia se puede ver ese problema en los grandes equipos como el del Centro Integral de Microscopía Electrónica (CIME) o el equipo de Resonancia Magnética Nuclear del Laboratorio de Investigaciones y Servicios Analíticos (LISA), por ejemplo.

Celebramos esta medida, que no significa un privilegio sino, en este esquema, una responsabilidad de trabajo. Lo decimos porque en el programa Periodismo para Todos, la asignación anterior de subsidios se comentó de manera maliciosa como una distribución de beneficios personales. Se trata de equipos y fondos para trabajar en un tema trascendental para todos los argentinos.

Queremos exponer que este tipo de tratamiento de la información que pretende restar valor a la inversión estatal en la producción de conocimiento pone en peligro los esfuerzos que se hacen en pos de generar y sostener la soberanía tecnológica y científica en un contexto internacional en el que ha quedado demostrado que es indispensable para la literal supervivencia de las naciones.

Finalmente, nos satisface que se haya decidido favorecer el aprovechamiento del conocimiento generado. Estamos confiados en que este ministerio seguirá guiado por las tres pautas que expresó al comenzar su gestión: promover la transferencia, la articulación y la federalización de la CyT argentina.

Ing. Mariano Garmendia

Secretario de Estado de Innovación

y Desarrollo Tecnológico